Ocupemos primero. Las demandas vienen después - Slavoj Žižek
The Guardian
Traducción: Martín López
Traducción: Martín López
Timothy A Clary/AFP/Getty Images
Los críticos dicen que
el movimiento de las ocupaciones es nebuloso. Los manifestantes
necesitan abocarse a lo que viene después – Pero con cuidado de no
caer en el debate dentro del territorio enemigo.
¿Qué hacer después de
las ocupaciones de Wall Street – las protestas que empezaron muy
lejos, alcanzaron el centro y ahora, reforzadas, se diseminan
alrededor del mundo? Uno de los grandes peligros que enfrentan los
manifestantes es enamorarse de sí mismos. Esta semana, en San
Francisco, una de las resonancias de las ocupaciones de Wall Street,
un hombre convocaba al público a participar como si se tratara de un
happening al estilo hippie de los 60s: “Ellos nos preguntan cuál
es nuestro programa. No tenemos programa. Estamos aquí para pasar un
buen rato”.
Los carnavales son
baratos – la verdadera prueba de su valor es lo que queda al día
siguiente, la forma en que cambia nuestra vida cotidiana. Los
manifestantes deben enamorarse del trabajo duro y paciente – Ellos
son el comienzo, no el final. Su mensaje básico es: el tabú se
rompió; no vivimos en el mejor de los mundos posibles; se nos
permite, y acaso estemos obligados a pensar en alternativas.
La izquierda occidental
ha cerrado un círculo a la manera de una tríada hegeliana: luego de
abandonar el así llamado “esencialismo de la lucha de clases” en
nombre de la pluralidad de las luchas anti-racistas, feministas y
demás, el capitalismo está claramente resurgiendo como el
problema. Así que la primera lección a aprender es no culpar a la
gente ni a sus actitudes. El problema no es la corrupción o la
codicia; el problema es el sistema que te empuja hacia la corrupción.
La solución no es “Main Street1,
no Wall Street”, sino cambiar el sistema en el que Main Street no
puede funcionar sin Wall Street.
Hay un largo camino por
delante, y pronto tendremos que ocuparnos de las preguntas
verdaderamente difíciles – que no tienen que ver con lo que no
queremos, sino con lo que sí queremos. ¿Qué tipo de
organización social puede reemplazar al capitalismo? ¿Qué nuevo
tipo de líderes necesitamos? ¿Qué órganos, incluidos los de
control y represión? Las alternativas del siglo XX obviamente
fracasaron.
Si bien es emocionante
disfrutar los placeres de la “organización horizontal” de las
multitudes protestando en solidaridad igualitaria en debates con
final abierto, también deberíamos tener en cuenta esa cita de GK
Chesterton: “El mero hecho de tener una mente abierta no significa
nada; el objetivo de abrir la mente, así como el de abrir la boca,
es cerrarla nuevamente sobre algo sólido.” Esto es así también
para la política en tiempos inciertos; los debates con final abierto
tendrán que converger no sólo en nuevos significantes maestros,
sino también en respuestas concretas a la vieja pregunta de Lenin:
“¿Qué hacer?”.
Los ataques conservadores
son fáciles de responder. ¿Las protestas son anti-americanas?
Cuando los fundamentalistas conservadores afirman que los Estados
Unidos son una nación cristiana, deberíamos recordarles que el
cristianismo es el Espíritu Santo, una comunidad libre e igualitaria
de fieles unidos por el amor. Así que los manifestantes son el
Espíritu Santo, mientras que los paganos de Wall Street adoran
ídolos falsos.
¿Las protestas son
violentas? Es verdad, su mismo lenguaje puede parecer violento
(ocupación, etc.), pero sólo son violentos en el sentido en que
Mahatma Gandhi era violento. Son violentos porque quieren poner un
freno a la manera en que las cosas son. Pero, ¿qué es esta
violencia comparada con la violencia necesaria para sostener el buen
funcionamiento del sistema capitalista global?
Los llaman perdedores,
pero, ¿no son los verdaderos perdedores aquellos en Wall Street,
quienes recibieron rescates masivos? Los llaman socialistas, pero, en
los Estados Unidos ya hay un “socialismo de los ricos”. Se los
acusa de no respetar la propiedad privada, pero, las especulaciones
de Wall Street que llevaron a la crisis de 2008 destruyeron más
propiedad privada justamente adquirida que la que pudieron haber
destruido los manifestantes noche y día. Sólo piensen en las miles
de viviendas embargadas.
Los manifestantes no son
comunistas, si comunismo es el sistema que colapsó merecidamente en
1990 – recuerden que los viejos comunistas que ahora están en el
poder hoy llevan adelante el capitalismo más despiadado. El éxito
del capitalismo sostenido por comunistas en China es un signo ominoso
de que el matrimonio entre el capitalismo y la democracia se está
acercando a un divorcio. El único sentido por el que los
manifestantes pueden considerarse comunistas es que se preocupan por
los comunes – los comunes de la naturaleza, del conocimiento –
que están siendo amenazados por el sistema.
Se los descalifica por
soñadores, pero los verdaderos soñadores son los que piensan que
las cosas pueden seguir indefinidamente como están; que sólo hacen
falta algunos cambios cosméticos. Los manifestantes no son
soñadores; más bien están despertando de un sueño que se está
convirtiendo en pesadilla. No están destruyendo nada, sino que
reaccionan ante la forma en que el sistema se destruye a sí mismo.
Todos conocemos esa clásica escena de los dibujos animados: el gato
se acerca a un precipicio pero sigue caminando; sólo se cae cuando
mira hacia abajo y se da cuenta de que hay un abismo. Los
manifestantes sólo les recuerdan a los que están en el poder que es
hora de mirar hacia abajo.
Esta es la parte fácil.
Pero los manifestantes no sólo deben cuidarse de sus enemigos, sino
también de los falsos amigos que fingen apoyarlos pero que en
realidad están trabajando duramente para diluir la protesta. Así
como tenemos café sin cafeína, cerveza sin alcohol y helado de
bajas calorías, los que están en el poder intentan convertir las
protestas en gestos moralistas e inofensivos.
En boxeo, la técnica de
afianzamiento consiste en sostener el cuerpo del oponente con los
brazos para prevenir o impedir golpes. La reacción de Bill Clinton a
las protestas en Wall Street es un típico caso de afianzamiento
político. Clinton piensa que las protestas son “en términos
generales algo positivo”, pero se preocupa por la nebulosidad de
las causas: “Ellos necesitan estar por algo específico, y no
solamente en contra de algo porque si sólo estás en contra de algo
alguien va a ocupar el vacío que se crea”. Clinton sugirió que
los manifestantes defiendan los planes de trabajo del presidente
Obama, que según él crearía “millones de puestos en el siguiente
año y medio”.
Hay que rechazar
precisamente esas rápidas traducciones de la energía de la protesta
en un conjunto de demandas concretas y pragmáticas. Es cierto, los
manifestantes crearon un vacío – pero un vacío en el campo de la
ideología hegemónica, y llevará tiempo llenar este vacío, porque
es un vacío embarazado, una apertura hacia lo verdaderamente nuevo.
La razón por la cual los
manifestantes salieron a la calle es que ya tuvieron suficiente de
este mundo en el que reciclar latitas de Coca Cola, donar un par de
dólares a obras de caridad, y comprar cafés cuyo 1% se envía a
solucionar problemas en países en vías de desarrollo es suficiente
para sentirse bien. Luego de que el trabajo y la tortura fueran
tercerizados, luego de que las agencias matrimoniales empezaran a
tercerizar incluso nuestra vida amorosa, los manifestantes se dieron
cuenta de que por un largo tiempo han estado permitiendo que sus
compromisos políticos fueran también tercerizados – y los quieren
de vuelta.
El arte de la política
también consiste en insistir con ciertas demandas que, aunque
completamente “realistas”, perturban el corazón mismo de la
ideología hegemónica: Es decir, demandas que, si bien factibles y
legítimas, son de facto imposibles (el plan de salud universal
impulsado en los Estados Unidos es un ejemplo). A raíz de las
protestas en Wall Street debemos movilizarnos para hacer estas
demandas – aunque no es menos importante permanecer sustraidos del
campo de las negociaciones y las propuestas “realistas”.
Lo que siempre tenemos
que tener en cuenta es que cualquier debate aquí y ahora
necesariamente permanece en territorio enemigo; hace falta tiempo
para desarrollar el nuevo contenido. Todo lo que digamos ahora puede
ser robado – todo menos nuestro silencio. Este silencio, este
rechazo al diálogo, a toda forma de afianzamiento, es nuestro
“terror”, tan ominoso y amenazante como debe ser.
1 (N. del T.) En
contraposición a Wall Street, Main Street es el nombre de una calle
genérica, o una manera de decir “la gente de la calle”, o “la
gente común”.
ESTIMADOS CABALLEROS:
ResponderEliminarSolicito la aprobacion unánime del sistema trial COMUNISMO CAPITALISTA SOCIALISTA para el mundo capitalista porque resuelve al comunismo con la remuneracion socialista al capital comunitario solicitado por el blog de la hipotesis comunista en el sitio LAHIPOTESISCOMUNISTA.BLOGSPOT.COM porque soy el lider universal del comunismo y porque soy el alcaide de la organizacion de las naciones unidas para la paz del comunismo con el capitalismo y a su vez con el socialismo.
Atentamente:
Jorge Vinicio Santos Gonzalez,
Documento de identificacion personal:
1999-01058-0101 Guatemala,
Ciudadano de Guatemala de la América Central.